Cuatro rosas y un clavel
adornan el jardín de mi casa
¡Oh! si vieras ese injerto.
que de una gran Rosa brotan
tres Rosas y un Clavel.
Al ver pasar el tiempo
y llegar mi otoñal vida,
pido a Dios Omnipotente,
si dispone de mi ser, conserve
mis cuatro Rosas y un Clavel.
¡Oh! cuánto pidiera Señor,
robar de ellos sus primaveras
a cambio de mis años otoñales
pero es la ley de la vida
que se quede en este mundo
mis cuatro Rosas y un Clavel.
Valencia, 22 de Febrero de 1983
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