Te necesito, amor, como necesita de Dios, el creyente.
El lazarillo, el ciego. La flor, la mariposa.
Desde que te conocí, dije: He ahí, la mujer de tus sueños
y doy gracias al Todopoderoso,
y gracias doy a tus padres, por formarte como eres.
Yo quisiera ser para tí:
El Angel, que tu sueño vela.
El pañuelo, que tu llanto enjuga.
El diario, de tus confidencias.
El cautivo, de tus miradas.
Por eso, te necesito amor:
Como los peces, el agua.
Como el perro, su amo.
Como las aves, el cielo.
Como el niño, a la madre.
Valencia, 05 de Noviembre de 1967
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