Bésame, con el beso de tu boca cariñosa
mitad del alma mía,
un solo beso el corazón invoca
que la dicha de dos ... me mataría.
¡Un beso nada más! ya su perfume,
en mi alma, derramándose la embriaga,
y mi alma, por tu beso se consume
y por mis labios, impaciente vaga.
¡Júntese con la tuya...! ya no puedo
lejos tenerla de tus labios rojos ...
¡Pronto ... dame tus labios ... tengo miedo,
de ver tan cerca tus divinos ojos!
Hay un Cielo, mujer, en tus abrazos;
siento de dicha el corazón opreso
¡Oh! ¡Sosténme en la vida de tus brazos
para que no me mates con tu beso!
Guacara, 25 de Diciembre de 1961
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario